Actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid.
Constituye curiosamente uno de los hallazgos de mayor relevancia de Traiguera dado que viene a confirmar la ocupación de la zona durante época ibero romana.
Según C. Sartou (1913) fue encontrada “A un Kilómetro de la vía romana y ocho de la población,
roturando un terreno inculto, a principios del corriente siglo, se halló, bajo una gran losa, un bronce (…).
Mide 11 centímetros de altura, pesa 240 gramos y tiene pátina muy obscura. Es un efebo que viste
clámide pendiente de los hombros y recogida a un lado; calza la cabeza con el pétaso alado y los pies
con endormis también aladas o talares.
Desde el primer momento ha sido bautizado este ídolo con el nombre de mercurio, y es indudable que su indumentaria se adapta bien a este dios mensajero”.
F. Arasa (2001), siguiendo las indicaciones de Sarthou, situa su hallazgo en la partida actual de Els Hostalets, e incide en que debe considerarse como un hallazgo aislado: “Segons aquestes indicacions, el lloc de la troballa deu estar situat a la partida dels hostalets, al voltant del camí del Mas de l’Om. Les prospeccións en aquesta zona, com ha pasat en tot el territori que s’estén entre els rius de la Sénia i Cervol, no han proporcionat restes de cap tipus. El terreny és pedregós i molt sec i en part incult, en l’actualitat apte només per al cultiu de l’olivera, per la cual cosa crec possible que no estigués habitada. En conseqüència, possiblement es tracta d’una troballa aïllada”.
Mas tarde, de nuevo se relacionó con Dionisios, apareciendo, no obstante, dentro del repertorio de bronce ibéricos, como «Mercurio con pátera», fechado en época romana, pero de fabricación ibérica , en su catalogación de los fondos del Museo Arqueológico Nacional se reconoció como la representación de «Mercurio oferente», procedente de talleres indígenas, datándola en el siglo I a.C.
Para A. Oliver (1996) este Mercurio se relaciona con los dioses lares viales, que se situaban en los cruces
de los caminos. Tanto Mercurio como Hércules (cuya representación se documenta en otra estatuilla
aparecida en La Jana), uno por ser el dios del comercio y el otro viajero por la vía a la que da nombre,
están relacionados con el camino junto a los que se encuentran.
Por otra parte Mercurio y los dioses lares son divinidades de origen rural, muy populares en época romana, cuya advocación y culto tuvo una gran perduración incluso hasta época medieval.