La noche de San Juan culmina en Peñíscola las celebraciones y actos que la ciudad en el mar dedica a su huésped más importante que ha tenido en la historia, el Papa Luna.
Esta noche se caracteriza por ser la más corta del año.
En la playa sur se encienden hogueras, se disparan fuegos artificiales, se cantan habaneras y todos los presentes pueden bañarse los pies con las suaves olas y pedir los deseos para todo el año.
En estos días de junio Peñíscola se prepara para los intensos meses de julio, agosto y septiembre.